
- Aunque estoy a cien mil millas de distancia, me siento muy tranquilo
y creo que mi nave sabe qué camino tomar.
Decidle a mi mujer que ya sabe cuánto la quiero.
- Control de tierra a Comandante Tom, sus circuitos no responden, ¿algo va mal?
¿puede oírme, Comandante Tom?
y creo que mi nave sabe qué camino tomar.
Decidle a mi mujer que ya sabe cuánto la quiero.
- Control de tierra a Comandante Tom, sus circuitos no responden, ¿algo va mal?
¿puede oírme, Comandante Tom?
¿puede oírme, Comandante Tom?
¿puede oírme, Comandante Tom?
¿puede oírme?
Jolín que angustia.
ResponderEliminarPues sí, aunque nadie les obligue a hacerlo y conozcan los riesgos. Pero más angustiados deben estar los que tuvieron que tomar la decisión de abandonarle.
ResponderEliminarY a mi que me parece que el colmo del riesgo es meterse en la AP7 un sábado por la mañana...!
ResponderEliminarLos caminos de la adrenalina son inescrutables, Alberich.
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