viernes, 26 de noviembre de 2010

when the day breaks

miércoles, 24 de noviembre de 2010

besugos

(Exterior día, a la salida del metro. Rojo aborda a Azul)
- Perdona, ¿podrías decirme dónde vive Pepe?
- ¿Pepe? ¿Qué Pepe?
- Mi amigo Pepe.
- ¿Pepe qué más?
- No sé... Pepe.
- Pues no, cómo voy a saberlo.
- Es que a Pepe le conoce todo el mundo. ¿A que tú tienes un amigo que se llama Pepe?
- Pues... sí.
- ¿Y podrías decirme dónde vive, por favor?
- Pero... pero cómo van a ser “tu” Pepe y “mi” Pepe el mismo, joder. Anda que no habrá Pepes en este barrio. Llámale por teléfono y pregúntale dónde vive.
- Es que no tengo su teléfono. ¿Me lo puedes dar, por favor?
- Pues la próxima vez que le veas le preguntas su apellido, teléfono, dirección y e-mail y te lo apuntas, yo qué quieres que te diga...
- Dónde vive Pepe, eso quiero que me digas, que no te cuesta nada, caray.
(Verde aborda a Rojo)
- ¡Hey, tío, tú por aquí!
- ¡PEPEEEE! ¡Qué alegría verte! Precisamente estábamos hablando de ti.
- Hostias... ¡Pepe!
- ¡Anda, pero si eres tú, cuánto tiempo! ¿Os conocéis?
- Qué va, de nada, es que...
- Claro que sí, llevamos un buen rato charlando. No quería darme tu dirección.
- ¿Y por qué no querías dársela?
- A ver, la cosa no ha sido exactamente así, yo...
- ¿Cómo que no?
- Bueno, es igual. Venga, esto hay que celebrarlo. Vamos al bar de Ramón a tomarnos unas birras.
- Ah, Ramón, sí... ¿Y dónde es, que tiene el bar?
- Pues... la dirección exacta no la recuerdo. ¿Tú sabes dónde está?
- Pues estaba por aquí, creo...
(...Y Verde aborda a Naranja)
- Perdona, ¿podrías decirnos dónde está el bar de Ramón?
- ¿Ramón? ¿Qué Ramón?

lunes, 22 de noviembre de 2010

domingo


Puede que haya vida inteligente en otros planetas, pero lo que es en este...

domingo, 21 de noviembre de 2010

lotos



Enfrente del umbral,
muchos valles profundos.
La luz poniente
trenza andares de lluvia.
Verde del vacío,
la sombra invade el patio.
La mirada capta
la pureza del loto.
Entonces conoce
su corazón sin mancha.

Meng Hao-Jan

viernes, 19 de noviembre de 2010

sopa de letras



Érase una vez un señor que, desparramando un paquete de sopa de letras Gallo sobre la mesa, descubrió que no estaban todas: faltaban la u y la w. Ni corto ni perezoso, escribió a Pastas Gallo, y ante su sorpresa, le contestaron. Pero no solo eso, sino que algún tiempo después subsanaron la letril carencia y hasta pusieron una sopa de letras en su página web.
Mientras reflexionan sobre el inconformismo, la sopa, la denuncia y la justicia poética, paséense por aquí y por aquí. Y en este último aquí, tengan en cuenta que no hay que maximizar la pantalla porque pierde toda la gracia.

martes, 16 de noviembre de 2010

por una cabeza (II)


Cuántos desengaños,
por una cabeza.
Yo jugué mil veces,
no vuelvo a insistir.
Pero si un mirar
me hiere al pasar,


domingo, 14 de noviembre de 2010

mambo


martes, 9 de noviembre de 2010

red universe



Un bonito cielo estrellado, un bonito paisaje… Uno puede caminar, meditar, volar y dejarse caer suavemente en el pequeño universo de la Red Interactive Agency. Solo hay que escoger un personaje, un nombre, y se puede incluso chatear con los ocasionales paseantes. Y después tal vez encuentren la inspiración para hacer esculturas con libros o componer algo de música. Lo que no hay es luna, por lo menos yo no la he visto…
Ah, y aquí está el blog del administrador del invento, Romar, con un montón de truquitos divertidos.

domingo, 7 de noviembre de 2010

laura



En octubre de 1868 Laura Jernegan, una niña de 6 años de Edgartown, Massachusetts, partió en un viaje que duraría tres años con su padre, madre, hermano y la tripulación del Roman a la caza de ballenas por el Océano Pacífico. A pesar de su corta edad, se esforzó en escribir un diario en el cual relató su viaje. Dicen que una mujer a bordo trae mala suerte, pero puesto que eran dos, Laura y su madre, aparentemente el viaje transcurrió tan plácido como el de un ballenero cualquiera de la época.


sábado, 6 de noviembre de 2010

besos


Hay besos de muchas clases. Algunos dan vida, algunos matan, algunos sellan una despedida definitiva y algunos son un grito de rebelión. Otros pretenden dar vida pero no lo consiguen, como el que le dio en 1967 un operario a un joven que sufrió una descarga de más de 4.000 voltios. No consiguió salvarle, pero Rocco Morabito hizo una bonita fotografía.

lunes, 1 de noviembre de 2010

por mis muertos



Cuando llegué con mi ramo de rosas a tu tumba y vi la lápida rota mi corazón se rompió en mil pedazos. Encontré algunos huesos tuyos desparramados y, sin pensarlo, los cogí y los metí en mi bolso. En casa, con la ayuda de un viejo libro de anatomía los fui disponiendo sobre tu cama como si de un rompecabezas se tratara. Ahora ya me da igual si todos los huesos son tuyos o no: te debo un esqueleto completo. Las costillas, las falanges, las vértebras y los dientes fueron fáciles, pero el hioides… como sea tengo que encontrarlo o no podrás volver a hablarme nunca más. He comprado un ataúd de plástico para ti que guardo para cuando estés completo. Como me llamo Isis que algún día lo conseguiré. Por mis muertos lo juro.