domingo, 30 de noviembre de 2008

le syndrome du scaphandrier



Cada noche, se sumerge en sus sueños para conseguir objetos extraños deseados por codiciosos coleccionistas. En el mundo real, es un funcionario eventual que trabaja para una administración sin rostro. En sus sueños, vive una excitante y peligrosa vida de ladrón, arriesgándose cada vez más en sus golpes. Los psicólogos le dicen que este universo paralelo no existe, que su cómplice, esos gánsters y las mujeres fatales de las profundidades no son más que producto de su imaginación.
Pero, ¿cómo podría estar seguro de ello? ¿Qué pasaría si pudiéramos emigrar, traspasar la frontera de la realidad para refugiarnos en la zona franca de los sueños?

Basado en el libro de Serge Brussolo
Hace 5 horas, un usuario de YouTube ha escrito este mensaje:
"No entiendo mucho
solamente que , el pata se droga y eso no mas".
Un minuto después, Leaphar responde: "no esta drogua, es una transfusión de azucar, para soniar mucho tiempo !!!"

viernes, 28 de noviembre de 2008

lección de anatomía


El profesor entró en la sala de disección y se dirigió hacia la mesa central, donde esperaban sus alumnos. Los pies del cadáver sobresalían de la mesa y eso provocó algunas risitas nerviosas. El profesor se acercó ceremoniosamente y descubrió el cuerpo. Era un hombre de unos cincuenta años de edad, extremadamente alto.

- Adam Rainer, 51 años de edad. A los 20 años medía tan solo 1 metro 18 centímetros. A los 21 empezó a crecer y crecer, aproximadamente hasta llegar a los 2 metros 34 centímetros. Unos seis centímetros por año... Antes de empezar, me gustaría decirles que si realmente desean ser médicos, son necesarias dos cualidades muy importantes. La primera es no ser escrupuloso.

El profesor ladeó ligeramente el cuerpo y hundió su dedo en el ano del cadáver. Después, se lo metió en la boca y empezó a chuparlo como si fuera un caramelo.

- Bien, ahora, hagan ustedes lo mismo que yo.

Los alumnos se echaron a reír nerviosamente, pero el profesor les miraba con absoluta seriedad. Uno a uno, con cara de asco, reprodujeron la acción del profesor, que les miraba satisfecho.

- Como he dicho, la primera cualidad es no ser escrupuloso. La segunda cualidad es la observación. Yo metí el dedo anular en el cadáver, pero me chupé el índice. Espero que la próxima vez presten más atención.

martes, 25 de noviembre de 2008

dos grititos cortos y uno largo


Un concurso chileno premiará a la mujer que mejor finja el orgasmo. La ganadora logrará dos billetes de avión a Buenos Aires para asistir al Primer Festival de Cine Erótico de la ciudad. Además de los dos billetes de avión, la ganadora tendrá a su disposición 400 dólares en productos de sexshop.

El exigente jurado estará compuesto por actrices chilenas que han fingido orgasmos en series de televisión, cine o teatro. Shlomit Baytelman, actriz chilena y componente del mismo, asegura que "la clave son dos grititos cortos y uno largo" porque "a veces se finge mal con tanto grito". Me sé de más de una tenista que podría ganar el primer premio…

Mientras, en Suecia está a punto de registrarse como culto oficial la Iglesia de la Virgen del Orgasmo. Carlos Bebeacua, 54 años, uruguayo residente en Suecia y autoproclamado cardenal, asegura que “el orgasmo es Dios y debe ser adorado”.

El culto cuenta con unos trescientos fieles, y sus sacerdotes son exclusivamente mujeres. Durante las ceremonias se come fruta, se bebe zumo y se lee el Catecismo del Orgasmo, sus sagradas escrituras. Ah, también se practica el sexo. Vamos, algo así como una reunión de tupperware pero algo más desinhibida. Amén.

jueves, 20 de noviembre de 2008

matryona


Cada día, al meterme en la jaula de los leones, me plantaba ante ellos, restallaba el látigo y les miraba fijamente con la mirada que aprendí de mi padre. Hasta el macho más impresionante bajaba la cabeza para no encontrarse con mis ojos. Las fieras se convertían en gatitos que ronroneaban para sacarme una sonrisa de aprobación. Así consiguió mi padre que la realeza y lo mejor de la aristocracia comieran de su mano.

Yo también temía su mirada, y por eso le obedecí siempre, incluso después de reconocer como suyas las botas que la policía sacó del río. Por eso también me casé con Boris, incluso parí a sus hijos, aunque nunca le respeté y mi lista de amantes era incluso más larga que la suya. Pero día llegó en que, al mirarme en el espejo, ya no vi el fantasma de mi padre ni el de mi marido. Me vi a mí misma: Matryona Grigorievna Rasputina, institutriz, escritora, actriz de variedades y domadora de leones.

jueves, 13 de noviembre de 2008

rorschach


El hombre de las gafas tomó una carpeta, la abrió y sacó de ella unas láminas. Las miró una por una durante unos segundos, escogió una y la mostró a su interlocutor.

- Dígame, ¿qué ve usted aquí?
- Tetas.
- Mmmm... ¿podría ser un poco más específico?
- Dos tetas.

El hombre de las gafas se revolvió en su asiento, inquieto. “Tranquilo”, pensó, “que él no se dé cuenta”. Con los dedos algo temblorosos le mostró otra lámina.

- A ver, ¿y aquí?
- Una mujer desnuda.
- ...
- Una mujer de raza blanca, morena, con expresión despierta e inteligente y mirada inquisitiva. ¿Le he dicho que está desnuda?
- Sí, ya me lo había dicho.
- ¿Y no toma usted nota?
- No es necesario. Le recuerdo que todas nuestras sesiones son grabadas.

El hombre de las gafas apenas podía disimular ya su nerviosismo. Se levantó, dio algunos pasos hasta la máquina de agua y se sirvió un vaso. Aparentando paladearlo, aprovechó para ordenar sus pensamientos y diseñar una estrategia. Volvió a sentarse y tomó otra lámina.

- Ahora mire atentamente esta imagen. Dígame qué es lo que ve.
- Dos hipopótamos.
- ...
- Dos hipopótamos pigmeos grises, con cachirulo en la cabeza y bailando por sevillanas.
- ¿Y ahora? –dijo dándole la vuelta a la lámina.
- Dos hipopótamos pigmeos grises, con cachirulo en la cabeza y haciendo la vertical sosteniéndose con una sola pata.

El hombre de las gafas se levantó indignado, y señaló a su interlocutor con un dedo acusador.

- ¡Usted no me está tomando en serio!
- Cálmese, ya sabe usted cómo se pone cuando pierde los nervios. Relájese y respire profundamente.
- Pero doctor, compréndame, si usted no me toma en serio, ¿quién va a hacerlo?
- Ya le dije que el test de Rorschach no servía absolutamente para nada. Se ha acabado el tiempo de visita. No olvide seguir tomando su medicación, y hágame caso: relájese.

domingo, 9 de noviembre de 2008

mami, qué será

Muy cubierto. Delata la atenuación de su color en los meniscos. Exhala aromas propios de su linaje, destacando la fruta de la zarzamora de monte, sutiles notas de pimienta negra y envía notas pulverulentas premonitoras de su terrosidad. Predominio de nariz golosa que airea notas confitadas y reverberación de ecos en sus tonos tostados. Lenguaraz cuando pintan bastos, mudito cuando va como una seda. Hat trick no: hat fourck. En realidad no sé qué quiere decir, pero suena de puta madre.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

reflection

No fue hasta noviembre que vi a mi hermano, impreso en las últimas páginas de una revista. La luz y la luna tenían el mismo blanco ácido, y el árbol ya conocido se erguía como una llama de volframio.
El reloj daba las ocho cuando dejaba la biblioteca de la fábrica. La bicicleta gruñía mientras bajaba por la calle iluminada, por las fábricas, entre los árboles, y allí estaba, de pronto, mi hermano, exactamente donde lo dejé ocho años atrás, pálido en medio del manto de hojas caídas y lluvia. Ocho años atrás las fábricas crecieron como árboles y mi hermano y yo encontramos el arroyo negro, serpenteando entre bosques como mercurio. ¿Hermano? Qué pena que no pudiste quedarte. Nunca quise abandonarte así, en el bosque. ¿Qué es lo que viste cuando recorriste solo el río? Yo sé quién eres. Fue escrito en los árboles y garabateado en las páginas de la revista. El número favorito de mi hermano siempre fue ocho, simétrico y limpio. Siempre fuiste mi reflejo favorito.

lunes, 3 de noviembre de 2008

terranauta


Érase una vez un pez de colores. Mientras sus compañeros y compañeras retozaban alegremente dentro del agua y se ocupaban tan sólo de comer y no ser comidos, él sacaba la cabeza fuera y observaba el mundo exterior. No tenía nombre para todo lo que allí veía, pero con su pequeño cerebro intuía que lo que es arriba es igual a lo que es abajo, de forma que los pájaros son los peces del cielo, las nubes son concentraciones de krill, el viento es la corriente, los aviones son submarinos...
Un día, espoleado por la curiosidad, se acercó demasiado a un submarinista y fue capturado. Tras algunos días de viaje, le introdujeron en una pecera redonda de cristal. Miró a su alrededor. Había algunos seres humanos vestidos de blanco observándole, dando golpecitos al cristal. Tal vez pretendían devorarle, aunque no entendía por qué no lo habían hecho ya. Dio unos cuantos aleteos nerviosos y observó que, de alguna forma que no comprendía, se estaba desplazando... A su alrededor, los humanos parloteaban animadamente entre sí y le señalaban. Por alguna misteriosa razón, de repente esas palabras cobraron sentido para él.

- El sistema es muy simple. En la pecera hay una cámara que registra los movimientos del pez. La pecera está conectada a una estructura con ruedas y un pequeño motor. Las imágenes recibidas por la cámara son interpretadas por un microchip que traduce los movimientos del pez a órdenes comprensibles por las ruedas del artefacto. Así, cada movimiento del pez dentro del agua se convierte en un desplazamiento en tierra firme.

Los humanos aplaudían alborozados y se felicitaban unos a otros. El pececito, consciente de la gran trascendencia científica del hecho, creyó llegado el momento de pronunciar unas palabras.

- Este es un pequeño aleteo para un pez, pero un gran paso para la peceridad.

Y salió al jardín a contemplar los árboles.