martes, 26 de agosto de 2008

nomenclatura binomial


Níscalo, rovelló, guíscano, seta roya, hongo de pino, rebollón, ziza gorri, mícula, pingadouro, pebrasos, esclatasangs... Esta es una ínfima muestra de los nombres con que se designa a una de las setas más preciadas. Su nombre vernáculo --popular-- cambia con la idioma, la provincia y hasta con el valle de quien lo recolecte. Para evitar líos --que los hay--, los científicos utilizan un sistema llamado nomenclatura binomial con que a cada especie se le designa un nombre latinizado compuesto por dos términos: el género y el epíteto. Así, la ciencia no habla de níscalos sino de Lactarius deliciosus o de Lactarius sanguifluus.

En el 2008 se cumplen 250 años desde que Carl von Linné, creador de la nomenclatura binomial, publicó la décima edición de su Systema Naturae, con el que generalizó su método y clasificó a más de 3.300 animales y 7.700 plantas. La Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica --entidad que supervisa la designación científica de los animales-- conmemora entre hoy y el jueves el acontecimiento con un simposio en la ciudad de París, en un momento en el que las empresas empiezan a dejar su huella en los nombres científicos.

Muchos especialistas se oponen a la nueva costumbre de utilizar los nombres de las especies con fines publicitarios. Roberthoffstetteria nationalgeographica, Proceratium google o Hylaeus tetris, son algunos ejemplos. Pero lo cierto es que desde el principio de la nomenclatura binomial se han ido dando casos que han banalizado, en cierto modo, esta disciplina. El mismo Linné se burló del conde de Buffon, uno de sus detractores, bautizando al sapo común con el nombre de Bufo bufo..

De modo parecido, numerosos personajes públicos han visto inmortalizados sus nombres en alguna que otra especie: el pequeño insecto Leonardo davincii, la avispa Mozartella beethoveni, la hormiga Pheidole harrisonfordi (¿en loor a Harrison Ford, o a Harry Sönfor?), la planta Napoleonaea imperialis, el desdichado escarabajo cavernícola Anophthalmus hitleri o el género de araña Orsonwelles, que agrupa diversas especies como O. othello, O. macbeth o O. falstaffus.

Bandas extintas como los Beatles, los Sex Pistols y los Ramones han dado nombre a especies también desaparecidas de trilobites, como Avalanchurus lennoni, Arcticalymene viciousi o Mackenziurus joeyi. La devoción ha ido incluso más allá, hasta el punto de que géneros reciban el nombre de personajes ficticios tales como el del ácaro Darthvaderum, el del crustáceo Godzillius, el del pez Satan o el de especies como la de una araña que vive en total oscuridad en las cuevas y que recibe el nombre de Draculoides bramstokeri, el pequeño gorgojo Phrydiuchus quijote o la avispa jorobada Stylaclista quasimodo.

Mención especial requieren los nombres derivados de la mitología de Tolkien. El año pasado, un equipo español halló una nueva especie de invertebrado en cuevas de Castellón y Tarragona: el Gollumjapyx smeagol. Asimismo, Nazgulia, Legolasia, Gimlia o Entia corresponden a géneros de avispa inspirados en El Señor de los Anillos.

La locura por los nombres ha llegado a alcanzar la ordinariez, como los de los escarabajos Colon rectum, C. grossum o C. mosntruosum, el dinosaurio Scrotum humanum o el hongo que, por su forma, el propio Linné denominó Phallus impudicus. Pese a los raros ejemplos, lo cierto es que la nomenclatura ha sido, de siempre, una fuente de creatividad. Cualquier especie tiene su etimología. Todo nombre científico cuenta una historia, si no descabellada, por lo menos curiosa.
De El Periódico

domingo, 24 de agosto de 2008

sister italia


El sacerdote Antonio Rungi ha organizado el concurso de belleza Sister Italia 2008, un certamen en el que se podrá elegir por Internet a la monja más guapa de Italia. Con él pretende cambiar "la imagen que se tiene de que las monjas son mujeres tristes, desilusionadas de la vida y no realizadas". Y aunque ayer aún no había recibido la bendición por parte del Vaticano, Rungi cree que su proyecto servirá para "aumentar las vocaciones entre las jóvenes y para acabar con los prejuicios de que son las chicas menos atractivas las que se hacen monjas". Las religiosas no tendrán que desfilar con sus hábitos ni en bikini, ni mostrarse sobre ninguna pasarela. Solo tendrán que enviar fotos bonitas y expresivas, que muestren la belleza tanto en el plano estético como espiritual. La única condición para concursar es ser novicia o profesa mayor de 18 años y menor de 40.

"Una monja santa, inteligente, pero también guapa, puede dar mucho en la misión de la evangelización y de la pastoral juvenil; vivimos en tiempos en los que la visibilidad es muy importante y puede servir a las monjas para que se conozca su instituto o el carisma de una fundación religiosa", afirma el ideólogo del certamen. Esta novedosa iniciativa se añade a otro proyecto que el año pasado también dio mucho que hablar en Italia, la Clericus Cup, una liga de fútbol solo para curas en la que juegan cerca de 300 clérigos.

sábado, 23 de agosto de 2008

jardines de cristales


Sobre los materiales porosos, alzándose por encima de la solución mediante una acción capilar, crecen los jardines de cristales. El agua se evapora de la superficie, depositando materia sólida cristalina. También pueden hacerse jardines sumergidos en los que los cristales ascienden como extrañas algas, o sumergiendo en la solución un hilo, ver como se forma una extraña estalactita cristalizada.

Para fabricar un jardín de cristales se necesita:
  • Uno o varios materiales porosos (carbón vegetal, esponja, ladrillo, corcho, una piedra porosa cualquiera...)
  • Agua destilada
  • Sal sin yodo
  • Amoníaco
  • Azulete
  • Colorantes alimentarios
  • Una bandeja o cubeta no metálica (de cristal, por ejemplo)
  • Un bol grande para hacer la mezcla
  1. Coloque en el fondo de la cubeta el sustrato que haya elegido a trozos de 2-3 cm de diámetro formando una capa uniforme.
  2. Rocíe con agua destilada el sustrato. Que quede bien empapado, pero no encharcado. Si es necesario, elimine el agua sobrante.
  3. En un bol mezclador, ponga tres cucharadas (45 ml) de sal sin yodo, 3 cucharadas (45 ml) de amoníaco y 6 cucharadas (90 ml) de azulete líquido. Remueva hasta que todo se haya disuelto.
  4. Vierta la mezcla sobre el sustrato húmedo.
  5. Use un poco de agua para aprovechar los residuos sólidos que hayan podido quedar en el fondo del bol, y viértala sobre el sustrato.
  6. Ponga algunas gotitas dispersas de colorante alimentario sobre el jardín. El color de los cristales sin colorante será blanco.
  7. Esparza más sal (unas dos cucharadas, alrededor de 30 ml) sobre el jardín.
    Coloque la cubeta en un lugar resguardado.
  8. Los días 2 y 3 vierta una mezcla de amoníaco, agua y azulete (2 cucharadas o 30 ml de cada) en el fondo de la cubeta, con cuidado de no cargarse los cristales que ya habrán empezado a crecer. Ahora ya puede dedicarse a observar cómo crece día tras día.
Pero si le da pereza montar todo este sidral, espabílese para conseguir un Magic Crystal Garden, un Magic Rocks o un Space Age Crystal, por ejemplo.






jueves, 21 de agosto de 2008

parao



Con los ojos cerrados y la cabeza inclinada levemente hacia su izquierda, Ángel Pantoja Medina, conocido por sus amistades como “Pedro”, parecía descansar de pie en la esquina de su sala, en el apartamento 47 del residencial público Juan César Cordero, en Hato Rey.

Desde una radio en un apartamento cercano, Rubén Blades cantaba triste sobre la pérdida de un ser querido. Pedro murió baleado, y su cuerpo fue encontrado la madrugada del viernes bajo el puente de Cantera, a la orilla del caño Martín Peña. Obedeciendo un deseo que expresó durante los pasados seis años, Pedro no fue puesto en capilla ardiente dentro de un ataúd. En vez, fue embalsamado y, en un acto insólito nunca antes visto en Puerto Rico, velado de pie en su casa: “Yo no quiero estar en una caja. Si algo me pasa, quiero que me velen parao”.

“Lo habló serio varias veces con nosotros, y se lo dejó dicho a su familia”, explicó el embalsamador Moi Marín, amigo de la familia y ejecutor de la peculiar obra. “Fue un procedimiento de embalsamamiento común y corriente. Sólo que estaba agarrado con unas grapas a la pared para que no se fuera de frente”.

Ayer, Pedro llevaba puestas gafas plateadas Dolce & Gabbana, gorra de los Yankees color marrón combinada con su camisa, una enorme cadena plateada con una cruz y los dedos gordos de ambas manos metidos en los bolsillos delanteros de sus holgados mahones. Delante se encontraba un pequeño altar con flores.

José A. Sánchez Fournier

martes, 19 de agosto de 2008

telectroscopio


La gente decía que Alexander Stanhope St. George estaba loco. A quién sino a un loco se le ocurriría construir un túnel telescópico entre Londres y Nueva York con un ingenioso juego de espejos y lentes que permitiría ver en tiempo real las imágenes de un extremo en el otro del túnel. En 1890, tras años de pulir el proyecto, la excavación para su telectroscopio empezó en una isla del Atlántico. Durante 4 largos años Stanhope y su equipo trabajaron duramente y se enfrentaron a inundaciones imprevistas, plagas, socavones y sabotajes. Mientras los periodistas, para echarle un poco de gracia al asunto, advertían que la construcción del telectroscopio podía inundar toda la ciudad de Londres.

La obra quedó inacabada. Alexander Stanhope St. George acabó sus días en la clínica mental de Bethnal Green. Solía esconderse bajo la cama por si las paredes se resquebrajaban y vaciaban todo un océano de barro sobre él.

El pasado mes de mayo, el tataranieto de Alexander encontró sus planos y sus papeles en el desván y se propuso acabar su obra. Puesto que de lo que se trataba era de ver en tiempo real imágenes de Nueva York en Londres y viceversa, puso una cámara en cada ciudad y a correr. Si su tatarabuelo levantara la cabeza le daría un buen capón.

jueves, 7 de agosto de 2008

¿de qué color es el oso?


En Longyearbyen está prohibido morirse. Bueno, uno se puede morir, pero nadie le enterrará. Hace 70 años se descubrió que los cuerpos del cementerio no se descomponen, sino que permanecen inalterados gracias al permafrost, y a la gente eso le da mal rollo. Así, de paso las autoridades locales se ahorran un montón de gastos.

En Longyearbyen no hay residencias para ancianos, pero sí un jardín de infancia. El color de pintura que más utilizan los niños es el amarillo, con el cual pintan soles y los pegan en las ventanas. Algunos de estos niños tienen problemas de motricidad debido a las pesadas ropas que deben llevar durante la larga noche invernal. Su profesora va siempre armada a causa de los osos polares. En sus clases explica que hay que apuntar al pecho del oso en lugar de a la cabeza para no errar el tiro. Si se falla, la única opción que queda es sacudir los guantes en la nieve para distraer al bicho, o bien decirle que en Longyearbyen está prohibido morirse y que se atenga a las consecuencias.

Eso sí, los osos polares están protegidos y en caso de que se mate a uno, hay que demostrar que ha sido en defensa propia. Para ello lo más práctico es dejarse herir un poquito primero por el oso para demostrar que iba con mala fe. Otra solución es poner junto al oso difunto el cadáver no enterrado del vecino que se murió sin permiso, que se habrá guardado cuidadosamente en casa para la ocasión. El oso quedará como un asesino, y sus compañeros devorarán ambos cuerpos haciendo innecesario el enterramiento.

La gente de Longyearbyen es buena gente, y no quiere problemas ni con los osos ni con los muertos.