domingo, 17 de julio de 2011

you know...

Sabes cómo me llamo... tienes mi número. Como diciendo "ya sabes dónde estoy, si quieres quedar, silba".
¿Ejercicio de estilo? ¿Tomadura de pelo? ¿O simplemente diversión?


martes, 12 de julio de 2011

más misfits


Os ha hecho creer que se supone que debéis ser así, pero no es verdad. Somos jóvenes, es normal que bebamos demasiado, es normal que tengamos mala actitud y que queramos follar como conejos: estamos diseñados para la juerga. Es lo que toca. Sí, algunos palmarán de sobredosis o se les irá la olla, pero Charles Darwin dijo que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos, y de eso va todo: de romper huevos. Y por huevos me refiero a ponerte ciego con un cóctel de pastillas. Si pudierais veros… me parte el corazón… ¡Lleváis chaquetas de punto! Lo teníamos todo... ¡La hemos cagado más fuerte y mejor que ninguna otra generación antes de la nuestra! ¡Éramos guapísimos!

Nathan, justo antes de caer al vacío sobre una valla y partirse la columna con sus estacas
(Misfits, 1x06)

domingo, 10 de julio de 2011

misfits


Estaba huérfana pero acabo de ser adoptada de nuevo. Menuda jartá de reír me he pegado con el primer episodio de esta serie. Me encanta cómo tratan el color, casi blanco y negro con solo un color destacado, como el naranja de los uniformes. La banda sonora, absolutamente brutal. El sentido del humor, corrosivo. Y Kelly… Kelly es mi héroa. Sí, héroa. ¿Pero qué coño es eso de heroína? ¿Y por qué no heroíno? Sí, Kelly es mi héroa, que la heroína es otra cosa. Y dicen que la segunda temporada es aún mejor…

las crónicas del dragón rojo


Una ladrona, un mago, un elfo, un guerrero y un enano, guiados por una misteriosa nota, acudieron desde puntos distintos a una no menos misteriosa cita en el puente sobre el río Humix. Fue un trayecto trufado de trampas y tesoros escondidos. La ladrona cayó en un par de ellas y se quedó sin tesoros, mientras que el guerrero cayó sin efectos en una trampa rota y consiguió la Espada Mágica y los Guantes de Ogro. El mago tuvo el buen criterio de acercarse al puente volando, pero fue a aterrizar sobre una trampa.

Una vez reunidos, se les apareció la Dama del Agua. Les dijo que estaba enferma y que para curarse necesitaba la flor Atlantis, que crece en cuanto se plantan seis piedras mágicas que están dispersas por el fondo del río. La valiente ladrona se lanzó al agua y consiguió recoger tres piedras, aunque recibió el ataque del dragón acuático, un híbrido entre dragón real y bonito del norte.
El guerrero, tras despojarse de sus tesoros, vestiduras y cota de malla, que dejó en una bolsa en la orilla, se lanzó al agua en pelota picada pero con espada y consiguió una piedra y herir al dragón acuático. El enano, que venía tras él lentamente con sus patillas, se agenció la cota de malla del guerrero y se la puso sobre la suya propia, con lo cual iba aún más lento y no se atrevió a lanzarse al río, pues se habría hundido como una piedra (de las mágicas no, de las otras).

A todo esto el elfo, tras conseguir una piedra mágica, descubrió una caverna submarina donde encontró una nota con un mensaje cifrado. Incapaz de descifrarlo por sí solo, hizo con él un avioncito que sobrevoló el río para ir a parar a los pies del mago.

Los miembros de la compañía ya habían conseguido las seis piedras mágicas, así que solo restaba enterrarlas en el fondo del río para conseguir la flor Atlantis. Pero al descifrar el mensaje descubrieron que la Dama del Agua era una impostora y que no debían entregarle la flor. El mago, rápido de reflejos, lanzó su piedra mágica de nuevo al río, cosa que hicieron después los demás. Intentó atacar a la Dama del Agua con su Varita del Terror pero, oh sorpresa, ¡la Dama se convirtió en un enorme dragón rojo! El mago le atacó con un hechizo de sueño y el dragón se derrumbó sobre el puente, roncando apaciblemente.

El único en condiciones de atacarle y acabar con él era el guerrero, pero puesto que era su primera partida, se dejó (mal)aconsejar y acabó huyendo del valle junto con los demás. Durante siglos los juglares glosarán la valentía de la ladrona y el arrojo del enano, que sudó la gota gorda con su casco cornudo, el hacha, el escudo y las dos cotas de malla. Su sudorosa gesta será recordada por siempre. Quién sabe, tal vez en otra aventura volverán a encontrarse la ladrona Gemma, el mago Joan, el elfo Dani, el guerrero Martí y el enano Jan.

miércoles, 6 de julio de 2011

¿tanto?

- ¿Cuánto pesas ahora? ¿Cómo? ¿TANTO? Tendrás que adelgazar más, o no voy a poder hacerlo… Piensa que después, cuando salgas, podrás comer todos los burritos, enchiladas y quesadillas que quieras… Me pasaré el día cocinando para ti… Sí, cariño, es una buena maleta. Por fuera parece compacta pero es muy espaciosa… Por supuesto que me entreno cada día, ¿y tú?… Eso está bien, si puedes meterte ahí dentro es que… Bueno, hasta 40 kilos, pero el problema es cargarlos por lo menos 30 metros sin soltarlos… Un par de semanas más y lo conseguiré. Mañana te traeré más goma de mascar, pero recuerda que no debes tragártela… Y yo a ti, cariño… No, cuelga tú… No, no, tú primero… Va, colguemos los dos a la vez: una, dos y…

sábado, 2 de julio de 2011

pennywise

"El payaso -dijo Hagarty-, parecía una mezcla de Ronald Mcdonald y Bozo, aquel viejo payaso de la tele"; al menos, eso pensó en un principio. Eran los mechones color naranja los que le llevaban a esa comparación. Pero más tarde, al pensarlo mejor, se dijo que el payaso no se parecía a ninguno de aquellos dos. La sonrisa pintada sobre el maquillaje blanco no era color naranja sino rojo, y sus ojos despedían un extraño brillo plateado. Lentes de contacto, quizá... Pero una parte de él había pensado entonces, y seguía pensando, que tal vez aquellos ojos eran realmente color de plata. Llevaba un traje abolsado, con grandes botones color naranja. En las manos llevaba guantes de caricatura.
-Si necesitas ayuda, Don -dijo el payaso-, puedes coger un globo.
Y le ofreció el manojo que tenía en una mano.
- Aquí abajo todos flotamos. Muy pronto, tu amigo también flotará.

Eso, Stephen King