Hay muchas personas que piensan que hemos ido demasiado lejos en muchos ámbitos y que debemos imperativamente dar marcha atrás antes de que sea demasiado tarde para la Tierra. La marcha regresiva es a la vez un signo y el símbolo de que algo se está invirtiendo. Invertir el acto más fundamental del hombre y el más frecuente, la marcha, equivale a tocar su esencia. Si no entendemos pronto que es necesario dar marcha atrás a todos los niveles, pronto ya no podremos seguir viviendo en este planeta.
Mejor que las palabras, un movimiento hacia atrás de nuestros cuerpos provocará que nos cuestionemos nuestras más corrientes actitudes y producirá el cambio social que la urgencia y la gravedad de los problemas de nuestros días requieren.
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