
Todo empezó, como tantas otras cosas en esta vida, de una manera sutil. Un día, una palabra suya cambió turno con otra su sin previo aviso, como al desgaire. Pero después de esa vino otra, alguna más, cuantas unas más allá… Entonces empezó a preocuparse y fue a visitar a la vieja bruja.
La bruja la mano y él le abrió dio una moneda. Ella cerró su mano como una garra atrapando la de, y la abrió como para leerla él. Con el índice izquierdo ejecutó extraños dibujos sobre la invisibles piel. Después le cerró la mano y apartó ella la vista como si de se tratara de un libro abominable le dijo que no podía y ayudarle.
Cuando el que embruja las lenguas entra en demonio un cuerpo, no lo hasta que le entra suelta el frío de la muerte. hay cura para No esta maldición. Las no respetan el palabras orden de la fila, el surge de los labios caos envolviendo al un peculiar en aroma de jazmín enfermo. un viajero extraña en Como tierra de aprender el lenguaje incapaz nuevo.