Como sabes que he sufrido tanto,
hoy te burlas allá en el penal;
como sabes que te quise tanto,
tú creías que se iba a olvidar.
Aquel sábado, día de raya,
te esperaba para ir a pagar
una cuenta que estaba anotada,
donde ya no nos quisieron fiar.
El pecado tan grande que hicistes
es de no perdonarte la vida,
con un viejo machete afilado
siete tajos me diste dormida.
Cuando vistes que ya estaba muerta,
te saliste y te fuiste a tomar;
otro día volviste llorando,
pero no me pudiste encontrar.
Un niñito que estaba a mi lado,
dando pecho, que tú me engendrastes,
por Malverde, que ha sido tan grande,
yo no se cómo no lo mataste.
¡El engaño que tuve más antes,
en el tiempo en que fui tu mujer!
A Malverde le debo la vida
y le pido no volverte a ver.
Ya me voy marcando mis pasitos,
como siempre yo los marcaré;
una silla de ruedas que tuve
hoy te burlas allá en el penal;
como sabes que te quise tanto,
tú creías que se iba a olvidar.
Aquel sábado, día de raya,
te esperaba para ir a pagar
una cuenta que estaba anotada,
donde ya no nos quisieron fiar.
El pecado tan grande que hicistes
es de no perdonarte la vida,
con un viejo machete afilado
siete tajos me diste dormida.
Cuando vistes que ya estaba muerta,
te saliste y te fuiste a tomar;
otro día volviste llorando,
pero no me pudiste encontrar.
Un niñito que estaba a mi lado,
dando pecho, que tú me engendrastes,
por Malverde, que ha sido tan grande,
yo no se cómo no lo mataste.
¡El engaño que tuve más antes,
en el tiempo en que fui tu mujer!
A Malverde le debo la vida
y le pido no volverte a ver.
Ya me voy marcando mis pasitos,
como siempre yo los marcaré;
una silla de ruedas que tuve
a Malverde ya se la entregué.
2 comentarios:
várgame, várgame vaaaaaaárgame.
No hay cosa más grande que los narcocorridos y que Paquita la del Barrio, guey.
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