
Una patrulla de la policía nigeriana se encontraba una noche “apatrullando” la ciudad cuando sorprendió a dos hombres, uno de ellos armado, intentando robar un Mazda. En el ejercicio de su deber, iniciaron la preceptiva persecución. Uno de los dos hombres logró escapar, pero el otro utilizó la magia negra para convertirse en una cabra.
Sin embargo, la policía nigeriana es suficientemente inteligente como para no dejarse engañar por tan burdo truco: ahora la cabra se encuentra bajo custodia policial a la espera de que dé un paso en falso y vuelva a convertirse en el ladronzuelo. No consta que haya hecho uso de su derecho a una llamada ni al derecho de guardar silencio. Hasta el momento, nadie ha reclamado a la cabra ni se ha encargado de pagar su fianza, y aunque la cabra siempre tira al monte, se espera que en breve pase a disposición judicial.
Sin embargo, la policía nigeriana es suficientemente inteligente como para no dejarse engañar por tan burdo truco: ahora la cabra se encuentra bajo custodia policial a la espera de que dé un paso en falso y vuelva a convertirse en el ladronzuelo. No consta que haya hecho uso de su derecho a una llamada ni al derecho de guardar silencio. Hasta el momento, nadie ha reclamado a la cabra ni se ha encargado de pagar su fianza, y aunque la cabra siempre tira al monte, se espera que en breve pase a disposición judicial.