En la radio sonaba una canción. Mamá fue a la cocina y volvió cantando y bailando con una escoba. Se puso de puntillas, se estiró, levantó un poco el pie izquierdo y, con la punta del palo de la escoba, le dio a la lámpara un toque suave. Y se hizo la luz. Me miró sonriendo, y a contraluz por un momento me pareció que en lugar de tener el pelo rojo lo tenía dorado.
De repente recordé que tenía un examen, le di un beso a mamá y salí corriendo. Corrí y corrí y corrí. ¡Si encontraba la puerta de la escuela cerrada no me dejarían entrar! Me paré un momento y miré la hora en el reloj del abuelo. Las nueve y tres minutos. La puerta ya estaría cerrada. Seguí corriendo, y al doblar la esquina, vi la puerta del colegio aún abierta. Saqué un siete y medio, la nota más alta del trimestre.
A la hora del patio decidí mostrarle mi tesoro a mi mejor amigo. Con cuidado saqué el reloj y se lo enseñé.
- Es bonito, pero viejo. Y además no funciona bien, mira el mío –me dijo.
Tenía razón. El reloj del abuelo marcaba cinco minutos más que el suyo. Cinco minutos más que todos los demás relojes.
De repente recordé que tenía un examen, le di un beso a mamá y salí corriendo. Corrí y corrí y corrí. ¡Si encontraba la puerta de la escuela cerrada no me dejarían entrar! Me paré un momento y miré la hora en el reloj del abuelo. Las nueve y tres minutos. La puerta ya estaría cerrada. Seguí corriendo, y al doblar la esquina, vi la puerta del colegio aún abierta. Saqué un siete y medio, la nota más alta del trimestre.
A la hora del patio decidí mostrarle mi tesoro a mi mejor amigo. Con cuidado saqué el reloj y se lo enseñé.
- Es bonito, pero viejo. Y además no funciona bien, mira el mío –me dijo.
Tenía razón. El reloj del abuelo marcaba cinco minutos más que el suyo. Cinco minutos más que todos los demás relojes.
10 comentarios:
¡Ole ole ole ole!
¡Mialo que sandunguero, pa ser lunes y tan temprano!
¡Abríguese bien, Helterica, que a este paso van a ver mamuts lanudos por la Barceloneta!
Tenía yo ya la misma sensación que el del último post salvaje del Harry pensando en puertas dimensionales, agujeros de gusano y cosas de esas y va y se le adelanta el reló.
No lo subestime, miguelgato. Se necesita mucha disciplina mental para olvidar que se va cinco minutos adelantado (si no se olvida, ya no tiene gracia) y aún más disciplina para recordarlo cuando alguien por la calle te pregunta la hora.
Como ice D.Harry,pongase bueina Helterica, quiace un frio que jode,que van a llegar pinguinos a las costas catalanas.
A parte deso,yo tamien la felicito,que se ma caido un glarimon leyendo la trilogia.
No, si no lo subestimo Helterica (no voy a ser yo menos en llamarla así), son precisamente los finales inesperaos lo que hacen atractivas sus historias.
¿Pero sacabaaaaaaaoooo?
¿Y por qué pone continuaaaraaaá?
Pa que hable usté Badilcica.
Ya voy bien abrigadita, ya, no preocuparsen, majetes.
Mamut lanudo sí que vi uno, pero es el de siempre, el de la Ciutadella.
Badil, que lo de continuará es una etiqueta namás, pero ya me invento otra pa que quede más claro.
Me gusta cómo suena lo de Helterica...
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