domingo, 17 de febrero de 2008

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El escritor francés Víctor Hugo (1802-1885), hallándose de viaje y deseando conocer la marcha de la venta de su obra Los miserables (1862), envió una carta a sus editores Hurst & Blackett con el sucinto texto "?". Días más tarde, recibió una respuesta no menos lacónica, pero expresiva: "!".

20 comentarios:

Arkab dijo...

A la espera de la respuesta del Presidente de la Logia de Tipógrafos Arroceros, tal vez usted podría adelantarme por qué no contestaron los editores ! en lugar de ¡.

Oiga, ¿no le parece primoroso el anuncio de Fairy en el que la chica saca con malas artes al caballerete de la ducha para ahorrarse su lamentable aria operística?

Ssshhh:(Cinco puntos que son dos si se gana en casa del contrario; de todas formas, y visto lo visto, como que no habrá ni Liga ni champiñones este año).

ludovico dijo...

Desde luego el Victor Hugo ése iba mal de fondos,no tenía ni para tinta para escribir su próximo libro. No me extrañaría que con ese nombre se dedicara a interpretar culebrones venezolanos para ganarse la vida.

Harry Sonfór dijo...

Venga, que va, que me los quitan de las manos, que tengo respuestas para todo, lo traigo gordo lo traigo fino. A ver. Lo más probable, si la cita no es apócrifa es que los editores londinenses contestasen con un «!» en lugar de un «¡». Más que nada porque en el inglés el «¡» no existe. Supongamos que la carta de los editores estaba escrita a mano, porque la máquina de escribir apareció unos años más tarde; si es así, y si la carta no llevara membrete alguno bien se hubiera podido leer el signo tanto al dereho como al revés. En ese caso, si Balzac la leyó al derecho («!») vería una exclamación, y si la leyó al revés, se diría «¿pero qué me han puesto estos inglesorros?». Si el error es del que escribió esa cita y Jelter lo que hizo fue simplemente un copia y pega, la culpa la tiene el citador. Si el fallo es de la autora de este blog, pues entonces no es fallo sino una licencia poética posjuanramoniana (niana). Y ando ya a punto de despedirme no sin antes contarles que eso de poner una letra al revés en el mundo de la imprenta antigua, cuando se trabajaba con tipos de metal, tenía un nombre bien bonito: a esa letra con el ojo hacia abajo se le llamaba «cabeza de muerto» y solía pasar cuando el cajista se veía falto de una letra y ponía otra y al revés, con el ojo hacia abajo, como aviso, para luego rebuscar la letra apropiada y cambiar la una por la otra. Había veces que esa cabeza de muerto pasaba la revisión de las galeradas y se imprimía tal cual. Es difícil ver una letra impresa al revés en un libro (cuando se invierte el cran), pero seguro que recuerdan que alguna vez vieron en algún impreso un espacio en blanco, sin letra, bien, pues eso es una cabeza de muerto, esto es, que el cajista colocó una letra con el ojo hacia abajo y se les pasó cambiar la letra mala por la buena.

Harry Sonfór dijo...

Helter, me alegra mucho que ya tenga un su fiji banderita de Canadá.

Helter dijo...

Lo del ¡ era solo para ver si estaban atentos. Una vez comprobado que sí, pues lo he editao y fiesta. Mola esto de editar. Tendrían que inventarlo para la vida real.
Y lo del fiji, pues... en cuanto vi ciertos tatuajes sobre cierta piel en cierta serie, me dije: pos yo me tatúo también, voy a ser yo menos! (obsérvese, !, que no ¡).
Así pues, este fichi es una imagen real procedente de la cam que tengo instalada en mi silla, y confieso que esos puntos rojos son acné nalguil. La ley del caos ha querido que haya coincidido en esos países.

Harry Sonfór dijo...

Pues ya decía yo que eran unas nalgas más bien varoniles.
Pero firmes, eh, varoniles pero firmes.
Oiga, que ahora se le ha olvidado poner el «¡» al inicio de la oración. Que, bueno, como es bilingüe pues igual piensa en una lengua y escribe en la otra y entonces se comprende.

Helter dijo...

Lo de que parezcan varoniles es el efecto "aplastamiento" que experimentan las nalgas sobre una silla. Y lo de bilingüe... No confunda lo de tener dos lenguas con lo de tener una sola pero acabada en dos. A eso se le llama lengua viperina, y ende que nací la tengo. No vea lo útil que me ha sido.

Harry Sonfór dijo...

Bien, yo soy más de pensar en ingles pero para hablar prefiero el castellano.

Helter dijo...

Hasta donde yo sé, el castellano es la única lengua que tiene ¡ y ¿. ¿Hay alguna explicación para eso, Sr. Presidente de la Logia de Tipógrafos Arroceros?

ludovico dijo...

Desde luego, si a alguien le sobra la tinta (y la inventiva) es al Jarri...

Harry Sonfór dijo...

El Sr. Presidente de la Logia de Tipógrafos Arroceros responde: pues sí, y es porque en el castellano, al no existir variación o cambio en el orden de las palabras de una oración sea con exclamación-interrogación o sin ella pues se hace necesario colocar los signos de apertura para marcar la entonación y, con ella, el sentido de la frase. El signo de exclamación tiene su origen en la expresión latina «io» (escrito como un dígrafo, con una «i» y una «o» debajo), que los copistas escribían para confirmar su caracter jocoso y el signo de interrogación viene también del latín, de la palabra quaestio, que los copistas abreviaban poniendo una «q» con una «o» debajo. D ahí la forma de representación de estos dos signos, que la una es como una «i» y la otra como una «q» con un bolo debajo.

Helter dijo...

Pero en catalán tampoco hay variación o cambio en el orden de las palabras de una oración sea con exclamación-interrogación o sin ella, y sin embargo no hay ni ¿ ni !.
Bueno, en El Periódico y en las novelas de Harry Potter sí, pero eso es por incompetencia.

Harry Sonfór dijo...

Habría que mirar si en textos de incunables en catalán se usaban o no los signos de apertura de interrogación y exclamación, si alguna vez se usaron y luego se eliminaron para distanciarse del castellano o si nunca se usaron. A mí se me escapa eso, que no sé yo. En realidad, los signos de apertura castellanos son unos signos raros, pues actúan como un signo en sí cuando son signos invertidos. Útiles sí, pero raros.

ludovico dijo...

A mí personalmente me parece más práctica la forma castellana de aplicar los signos de exclamación e interrogación (apertura y cierre)Porque al leer una frase, especialmente larga, interrogativa o exclamativa, ya sabemos desde el principio cómo entonarla. Si la frase es inglés, por ejemplo, nos podemos llevar la sorpresa de que al acabar la susodicha frase nos tropezamos con el signo de marras, demasiado tarde.

Helter dijo...

Creo -no lo he comprobado- que la norma en catalán es que ¡ y ¿ no se tienen que poner NUNCA, excepto en caso de que la frase sea demasiado larga. Que es como dejar que un árbitro de tercera juzgue si una mano es intencionada o no, chunga norma que se deja al albedrio de cualquiera. Y claro, hay quien no los pone nunca y hay quien los pone siempre. Por otro lado, Ludovico, y antes también lo ha dicho Harry, en inglés la posición del verbo es distinta si se trata de una pregunta o no, es más, existen las preguntas sin signo de interrogación final porque no es imprescindible, aunque al traducir al castellano servidora suele ponerlo. Evidentemente, en las frases con admiración la posición del verbo no enseña la oreja, asín que a espabilarse toca.

Harry Sonfór dijo...

Helter, mejor «exclamación» que «admiración». Es cierto que hace unos años se usaba lo de «admiración» para el signo «!», pero ahora se tiene por más correcto «exclamación». Y la verdad es que suena mejor. Le pongo un ejemplo:
«¡Qué cara de sopazas que tiene el Rajoy!»
Como puede apreciar, la oración anterior tiene su algo de exclamativa pero ni gota de admirativa.

Helter dijo...

Jo, yo es que soy de la vieja escuela. Si cuando estudiaba aún se acentuaba "dio", y casi casi que la preposición "a" también. A ver, voy a probar en alguna entrada más reciente que esta, pacer bulto.

Helter dijo...

Ya he vuelto.
Pues oiga, no sé, a mí me ha salío la admiración de dentro de... del alma.

Harry Sonfór dijo...

Claro, pero porque la oración de la señora nónima es admirativa. Que no está mal dicho, oiga, pero que dicen que mejor usar exclamación que admiración.

Helter dijo...

A todo esto, en la entrada del cubo de rubik he dejado una consulta en el aire. A ver si alguien me echa una mano, en el sentido más metafórico de la palabra. Y que si me he explicado mal, cosa muy probable, pues no se corten. ¡Díganmelo! -exclámome, que no admírome.