Sabine Begall y Hynek Burda, zoólogos alemanes, han visualizado 8.510 imágenes de 308 prados tomadas de Google Earth para ilustrar su estudio, que concluye que dos de cada tres vacas fotografiadas miraban hacia el norte. Rob Fletcher, experimentado vaquero californiano, declaró al ser preguntado sobre la veracidad del estudio: “Pues no me había yo dao cuén”.
Ya un examen más concienzudo del estudio por parte de expertos minimizó su valor científico, puesto que la baja resolución de las fotos impide discernir dónde está la cabeza y dónde la cola, aunque no veo yo la dificultad. La solución está, como siempre, en la sabiduría popular: “Tengo una vaca lechera, no es una vaca cualquiera; se pasea por el prado, mata moscas con el rabo”. No hay más que localizar los cadáveres de las moscas. Emmental, querido Watson.
10 comentarios:
Oiga Helter, que estaba yo de un preocupado piensa que te piensa hacia donde mirarán las vacas, y ya me ha sacado de la duda, pero que digo yo que en todo caso, casi siempre dependerá de pa donde las enganche el toro, por que como la sabiduría popular bien dice,creo que es un dicho de la tribu india de los Paparajoes, detrás de la vaca que ríe está siempre el toro que empuja.
Así pues, me temo que la consorte de Toro Sentao debe llevar un mosqueo y un aburrimiento considerables la pobre.
Yo vengo aquí a reivindicar que también hay vacas que ríen sin tener un toro empujando detrás, que algunas ríen con ellas solas y otras con otras vacas (ole, me he ganao el cielo con esta reivindicación).
Yo me pregunto si, al ser vacas europeas, su referencia de norte no será diferente de, pongamos por caso, las vacas argentinas o, incluso, de las australianas; o si las vacas ecológicas o, incidiendo más en su calidad de vida, biodinámicas, se diferenciarán de las pobres vacas estabuladaas que solo miran adonde su estabulador permite. De su valor como conectores de energías telúricas y celestes nos han dado ejemplo durante años: ahora solo queda refrendar su valía como brújulas ocasionales.
La vaca que ríe, pues que siga riendo en mallorca y no se vaya a casa belga, reivindico.
Digo yo que otra forma de saber dónde tienen la proa y la popa las vacas, puede ser con un sistema de visión infrarroja, por los gases que emiten me refiero, causantes del efecto invernadero ese.
Oiga, muy ingenioso. Trasladaré su comentario a Sabine y a Hynek por si quieren utilizar este sistema para su próximo, y sin duda interesantísimo, estudio.
Que digo que si no es un poco arriesgado que el niño de la foto se amorre directamente a la leche de vaca sin pasar por un proceso de pasteurización. No vaya a ser, que lo mejor es pasteurizar.
AY sí, sigan que me muero de risa... Gracias, esto para acabar el día es estupendo.
Spanique, solo por alegrarle a usted el fin de la jornada ya merece la pena todo.
AY qué coasa me dice Helter ¡qué contenturas, madre!!!
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