Estaba en la cama durmiendo plácidamente mientras el gato dormía también sobre mis pies, hecho una arroba. De repente sonó el teléfono. Me levanté de un salto y el gato salió disparado hacia el suelo. Miré el reloj: eran las 4 de la mañana. Cogí el teléfono. "Hola. Oiga, ¿podría mirar a ver si me he dejado el móvil en el bar, encima del mostrador? Es que no lo encuentro". "Un momento" -dije tapando el auricular con la mano. El gato había vuelto a subirse a la cama y me miraba con sus ojos encendidos en la oscuridad, clamando venganza. Quité la mano del auricular. "Sí, aquí está, cuando quiera puede pasar a buscarlo". Colgué y volví a meterme en la cama. El gato se acomodó entre mis piernas ronroneando de agradecimiento. Hay que ver lo poco sociable que puede llegar una a ser cuando la despiertan a horas intempestivas.
jueves, 13 de marzo de 2008
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11 comentarios:
Mi padre siempre ha tenido muy buen sentido del humor (más bien negro) Cuando algún despistao ha llamado por teléfono a su casa por error, siempre les dice lo mismo " No, esto es la funeraria, ¿desea hacer algún encargo?" La respuesta más corta, aparte de la de colgar directamente: "¡No joda!"
Debe ser que estas cosas modernas de los móviles, ni son tan modernas, ni son tan perfectas como parace. Hace unos años, comprámos un duo de estos que van dos móviles y que parece que va a palmar pasta la compañía de turno por que hablar entre ellos es casi un regalo.
El caso es que por lo visto, en lugar de esperar el tiempo que dice la ley para reasignar un número, la compañía nos dió uno de los dos números que por lo visto acababa de dajar de utilizar otro usuario. Fué el de mi Santa para más señas.
Lo curioso del caso es que por lo visto, el usuario anterior, tenía cierta tendencia a meterse con su móvil en páginas de mensajes para intercambios sexuales, algo guarrillas y calenturientas, por lo que cada dos por tres, a ciertas horas intempestivas de la madrugada, o llamaban, o enviaban un mensaje del tipo "si tienes el chochito caliente vivo en Valencia", y cosas así de entretenidas.
Lo más normal era apagarlo o cambiar el número y punto, pero como entre mi mujer y yo esto era una diversión, lo dejábamos encendido. Una noche a eso de las doce descolgué una de las llamadas con un profundo y macho "DIGAME", y una voz, para que se hagan a la idea, era como la de Epi (el compañero de Blas) en su tono y volumen, me dijo "¿estás disponible?". Con el mismo bozarrón de antes le solté NO, TENGO LA REGLA. Y me colgó.
Cuando nos cansámos de la diversión fuímos y cambiámos el número, eso sí, menudo cachondeito que tuve con mi señora en plan "a saber ande mandas tú mensajes".
¡Buenas reina!
A ver si vengo más asiduamente que te ha quedado un blog muy chulo, que ahora no ando muy bien de tiempo, pero bueno, se intenta ;)
Un beso reina :D
Un conocido me contó que un día le llamó por equivocación una señora que creía estar llamando al colmado de la esquina. La señora le leyó la lista de lo que quería que le llevaran a casa, el tipo hizo como si la tomara, y después le aseguró que en una hora se lo llevaban a casa. Aún debe estar esperando la pobre.
Trikki: he leído excusas mejores. Tu señora es una santa varona, digo, una santa hembra.
Señor del gas: ¡bien hallado!
¿Estás ya en Irlanda o tas a puntito de partir? Ya me contarás.
Oiga, que yo soy el primero que dice que mi señora se merece un monumento. O dos si son pequeños.
Oyes, que no lo había leído bien, que creí que el de los mensajillos guarros era tu móvil y no el de tu señora (icono de he metido la gamba).
No pasa ná mujer. ¿Quién no ha metido nunca la gamba?. Yo una vez me atreví e hice un cocktel.
Ale, que felices vacaciones, precausión con las carreteras y to eso, no se me vayan a estropear caramba.
¿Al Armaggedon se puede ir vestido de Spiderman? Se va el Sr. Trikki de Armageddon ,que se va despidiendo de tol mundo? ¿Hay procesiones en el AArmagedon? ¿Y el sitio de aparcar está previsto?
Ah, ¿pero es ya el Armagedon? Jo, si aún tengo que hacerme la manicura, ir a la pelu y a depilarme. A ver cómo me presento yo ante Satán con estas trazas, qué vergüenza.
Cuarteta XVI y XVII:
Y en el día señalado como el Día del Fin
Las calles se verán llenas de Hijos de Dios
Tañendo tambores y tocando trompetas
Y un ruido atronador habrá en todo Occidente.
Irán todos ocultos bajo sus ropajes
Y los que lo vean no sabrán si son hembras o varones
pero se les reconocerá desde muy lejos
pues su señal es que son muy pesadicos.
¡Coño!¡El Armagedon va a ser en Calanda! Si lo llega a saber Buñuel se espera a morirse. Estas cosas se avisan con un poquico más de tiempo
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