La primera vez que Teolindo García entró en la tienda, se me antojó una momia peruana que con boina incluida no pasaba de 1.50 m. Estaba jubilado y no tenía nada mejor que hacer durante el día que entrar a darme una conversación que yo no le había pedido. Yo sí tenía cosas mejores que hacer, pero eso a él parecía no importarle. Apliqué mi plan B, las indirectas, pero Teolindo era absolutamente impermeable a ellas: alguien tiene trabajo y otro alguien no le deja hacerlo, a alguien le importan un pito las hazañas amorosas de otro alguien... Inútiles ambos, tanto Teolindo como mi plan B.
Si estaba aburrido y entraba algún otro cliente, se le acercaba como quien no quiere la cosa y le preguntaba la hora. El otro, despreocupadamente, miraba su reloj y se la decía. Entonces Teolindo, sacando un peaso de reloj de bolsillo, le decía:
- Pues no, no son y veinticinco, son y media. Mire, este reloj es de plata maciza -sopese, sopese- y lo llevo con la hora de Radio Nacional.
Y el otro le decía que bueno, que vale, que muy bien. Esto se lo vi hacer un montón de veces.
Un día en que estaba especialmente aburrido y no entraba ni dios, se me acercó y... me preguntó la hora. ¡No me lo podía de creer! ¡Como si no le hubiera visto nunca en acción, y ahora pretendía pillarme a mí!
- Son las doce menos cinco.
Sacó su peaso reloj de bolsillo, me dijo que eran en punto, que su reloj era de plata maciza, que lo sopesara, y que lo llevaba con la hora de Radio Nacional. Bueno, vale, muy bien. Pasaron cinco largos minutos y empezaron a sonar las campanas de las doce de la iglesia de Belén. Entonces, con expresión triunfante, me dijo:
- ¿Lo ves? Las doce en punto.
22 comentarios:
Naturalmente ,tenía razón ,porque las campanas de Belén van con la Cope
Vale, pero no negará que don Teolindo era un hombre adelantado a su tiempo.
Ojo, y que sabía de fútbol, ¿eh?
Un día me dice: "Vaya aburrimiento de partido el Barça ayer, a Schuster ni se le vio. ¿Cuándo juega el Celta con el Barça?".
Y le contesté: "A Schuster no se le vio porque ahora juega en el Real Madrid, y el Celta con el Barça no va a jugar esta temporada porque el Celta está en segunda".
Hala.
Ahora vuélveme a hacer lo del reloj, listo.
Oiga Heler, ¿y usted por qué es tan poco sociable?
Oiga, Helter, es verdad, tiene razón trikki, que era usted poco sociable con el hombre, que igual le creó un trauma o algo. Yo es que no sé de fútbol, pero ¿Schuster no era de la época de Zarra, Aparicio, Millán, Germán Gómez, Ipiña, Moleiro, César, Epi, Escolá y Gainza?
¿Poco sociable yo? ¿YO POCO SOCIABLE? ¿A QUE LES PEGO?
Si le estuve aguantando el rollo durante casi siete años... A él y a veinte más. Tuve tiempo de probar todas las tácticas hasta llegar a la única posible: seguirles la corriente hasta casi no aguantar más, y soltarles alguna impertinencia para desahogarme. Seguir la corriente siempre era imposible, y mandarles a la porra a las primeras de cambio como que no era una buena táctica comercial.
Helter dijo: «¿Poco sociable yo? ¿YO POCO SOCIABLE? ¿A QUE LES PEGO?»
Está bien, ante su declaración de principios, retiro lo dicho de que usted es un persona poco sociable.
Mejor, mejor, mucho mejor, créame.
Pero mujer, si no pasa nada, ¿por qué le cuesta confesar que es poco sociable?.
Confiese que le dá repelús que una mujer en el parque a la que no conoce de nada, le cuente las aventuras y desventuras de sus retoños, confiese que evita a la cajera parlanchina del Mercadona y se vá a la más callada, confiese que hoy, cualquiera que le saque un tema futbolero está condenado a su desprecio más absoluto,por que por fin confesará que es más de libros, que el futbol no le importa, confiese la de veces que deja saltar su contestador según quién le llame para no aguantar su cháchara.
Confiese que se pone colorá de ira cuando en el médico una mujer que no conoce de nada le explica las fiebres, gastrointeritis y cacas líquidas de su pequeña.
Si no pasa nada por ser poco sociable, fijesé yo aguanto las historias de cuando mi suegro era joven una y otra vez, y con 79 años ni se acuerda de que me las ha contado ya, o no le importa, no sé, pero hay gente que piensa que es muy importante que alguién les escuche, seguro que usted también lo piensa, y Harry, y Badil.
La insoportable insociabilidad del ser.
P.d. que sí, que yo estoy hasta las pelotas de mi suegro también.
Oiga, esos ejemplos que pone no son de ser poco sociable, son de ser persona humana. Aunque en una cosa tiene razón: si no quiere saber lo insociable que puedo llegar a ser, ni una palabra sobre ese deporte que ahora mismo no macuerdo cómo se llama que van una tropa de como diez tipos detrás de algo redondo que no es una teta.
¡¡Lo tengo¡¡ Lo tengo¡¡
¿Algo redondo como una teta y la cabeza rapada de un portero?.
¡¡Rugby¡¡
Helter, no me ha dedicado usted nada al día de la mujer trabajadora, le pongo falta.
(Tengo complejo de Teolindo preguntando la hora para decir la hora exacta)
Vale, luego cuelgo algo sobre la mujer trabajadora. Lo que no he decidido aún es sobre cuál mujer trabajadora. Supongo que recurriré a mi amplia experiencia en El Molino Verde.
Oiga Helter saque simpatía de su insociabilidad, o se le va a reducir drásticamente la clientela de este garito. ¿Cómo será un tortazo virtual? ¿Cómo las de la Wii? Así los que quiera. Y pensar que todo ésto ha empezado por un reloj. Me ha recordado el chiste del labriego aquel que parecía acertar la hora tocando los cojones de su burro, cuando lo que en realidad hacía era apartarlos para ver el reloj de la torre de la iglesia.
Usted arrégleme una cita con Went, y ya verá si soy o no soy sociable...
¡¡¡¡¡¡¡¡Queremos sociabilidad universal!!!!!!!
Hoy quiero confesar... que el otro día estaba tan a gusto sentado en un autobús urbano y se me sentó una abuela al lado que me chafó medio muslo al sentarse, por cierto, que se tiró en el asiento haciendo la bomba propulsada por un giro olímpico de todo su cuerpo alrededor de la barra, y yo ahí tan a gusto y no sé qué pasó que tras la señora subió un abuelo y se puso a duscutir con el conductor a voz en grito, entonces la abuela se dirigió a mí y me dijo algo parecido a: «si es que tiene razón ese señor ¿eh? ¿eh?» y yo que ese día estaba pelín insociable le contesté «excuse me, I don't know». Y la señora dijo «¡Pues vaya!» pero me dejó tranquilo y le echó la charleta a otra mujer que iba con una niña. Confieso que no es la primera vez que lo hago. Me hago pasar por inglés. Lo digo en un inglés muy cerrao muy cerrao, no vaya a ser que haya por ahí un inglés, me entienda y me dé la charleta también. Algo así como «isquiusmiaidonnou», rapidito y grave, con cara de no haber roto un plato en la vida. Pruébenlo, funciona. Sí.
Jo, la vieja excusa de hacerse el Sueco.¿Sabe que una vez me hice el Aleman en la playa?. Para no ligar, no se crea.
Me uno al Señor Vico, no sólo querémos sociabilidad universal sino intercambios culturales con teutonas várias.
Culturales y esculturales si puede ser.
Me pregunto si estas ansias universales suyas están relacionadas con la alianza de las civilizaciones de ZP. Aunque me parece que no.
¿Si el Went ese empieza a socializar su amor, ud. que sería más o menor sociable con el resto de la humanidad?
Me temo que no me quedaría mucho tiempo libre para el resto de la humanidad, pero el poco que me quedara lo dedicaría a quitarle a las fans de encima a mordiscos, arañazos y patadas, lo que hiciera falta.
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