¿Recuerdan esta escena? Seguro que sí. Bueno, pues ya no es necesario que se manchen las manos para pegarle un buen susto a su peor enemigo. Solo tienen que rascarse el bolsillo y regalarle este bonito peluche.
Este no es un blog de frikis ni de trekkies, no hay hadas, arco iris ni unicornios, no es un blog satánico ni de denuncia social ni de adoradores de gatitos. No es una crónica gráfica familiar o de viajes, ni una guía para dejar de fumar ni una lista de películas de culto. No es mi terapia. Ahora, qué es exactamente, pues no sabría decirlo. Advertencia: Este blog está indicado para ser leído de noche. Si aun así insiste en leerlo de día, hágalo bajo su propia responsabilidad.
3 comentarios:
También lo quiero.
Es que usted, cabeza-de-caballo-cortada-de-peluche veo, cabeza-de-caballo-cortada-de-peluche quiero.
No está mal, pero no hay como el original para asustar, oiga! No hay color...
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