lunes, 30 de marzo de 2009

feliz cumpleaños

Padre era Buzz Lightyear, y yo quería ser como él. Le recuerdo con su uniforme de camuflaje, lustrando amorosamente sus botas y limpiando su Desert Eagle. Me permitía jugar con ella, pero le ponía el seguro antes de dármela y se lo quitaba inmediatamente en cuanto se la devolvía. “Tienes que estar siempre listo para disparar, porque el enemigo siempre lo está”, decía.

Cuando me faltaba poco para cumplir los ocho, me dijo que tenía que dejar los libros y empezar a entrenarme. Yo fui muy contento a contárselo a madre porque no me gustaba nada estudiar, y esa misma noche me obligó a huir con ella y con mi hermana. Nos fuimos a lo de los abuelos. Cada día, al salir de casa para ir al colegio, veía a lo lejos la silueta de mi padre observándonos. Madre la veía también, se ponía nerviosa y nos hacía correr al galope hasta la escuela. Ella y mi hermana tenían miedo, pero yo no. Me sentía seguro cuando estaba con él.

Antes de la fiesta de mi cumpleaños, le dije a madre que si padre no venía, no quería fiesta ninguna. Él me había prometido mi primera pistola, una de verdad, no como esas tontas de juguete con luces de colores y ruidos grabados.

El día de la fiesta me encerré en mi habitación hasta que ella me dijo que padre estaba en la puerta. Bajé las escaleras corriendo y le vi entrar con otro hombre. Les di a cada uno un gorro de fiesta y nos sentamos a la mesa a comer la tarta. Padre, con aire solemne, uniforme de camuflaje y gorrito de fiesta, sacó la Desert Eagle. Pensé que iba a regalármela. Dijo “feliz cumpleaños” y se saltó la tapa de los sesos. Quise quedarme con la pistola, pero madre no me lo permitió. La tarta quedó salpicada de manchas como de dulce de frambuesa.

sábado, 28 de marzo de 2009

dil se


En la película Dil Se (Desde el corazón) Amar y Meghna se conocen en un lugar cualquiera, concretamente sobre el techo de un tren. Después de pasar por debajo de varios túneles sin dejar de bailar, él se enamora de ella sin saber que es una terrorista suicida. Se pasará toda la peli persiguiéndola para, al final, saltar los dos abrazados por los aires en una orgásmica deflagración. Que les quiten lo bailao, y no prueben a hacer este numerito en un tren de la Renfe.
1ª parte
2ª parte

3ª parte
4ª parte

martes, 24 de marzo de 2009

big "t"


Mi nombre es Teagarden, aunque todos me llaman Big “T”, y soy músico. Me enamoré del trombón desde el primer momento en que lo vi. Me gusta todo de él: su olor, su tacto, su brillo... y su sonido, naturalmente. No me da la gana de caer en la falsa modestia: soy bueno, soy jodidamente bueno. Pero apenas podía destacar en aquellas primitivas formaciones de simples aficionados que solo pretendían lucirse ante las hembras. Patanes. Impostores. Estúpidos.

Sin embargo, aquél verano de 1927 se produjo el milagro. Coincidimos en el escenario Thelonius al piano, Hampton al xilofón, Krupa y Gene a la batería... y Ella. Al verla pensé que era demasiado joven para el jazz, que le faltaba experiencia. Efectivamente, los primeros ensayos fueron realmente desastrosos. Pero amigo, en cuanto se apagaban las luces de la sala y se encendían las del escenario, se transformaba completamente. Su voz pasaba del arrullo a la epilepsia sin estaciones intermedias, bailaba sobre el piano como una posesa, y justo antes de mi solo, me miraba fijamente a los ojos y yo me sentía capaz de cualquier cosa. Durante todo el concierto coqueteaba conmigo, me rozaba, me aplaudía... Vale, cierto, lo hacía con todos. Pero sé que conmigo era especial.

A finales del verano, la sala empezó a vaciarse. Cada vez tocábamos mejor, pero apenas había nadie en platea para comprobarlo. Nos quitaron los instrumentos, nos quitaron la ropa, nos desnudaron por dentro y por fuera. Y al año siguiente, compraron guitarras eléctricas y montaron un grupo de rock con otros más jóvenes que nosotros. Rock, vaya mierda... Mientras oigo a esos energúmenos saltar y gritar sobre el escenario y al público rugiendo, me acomodo sobre una piedra al sol y dejo que Layla me quite amorosamente las pulgas. Es buena chica, pero nunca será una buena cantante de jazz.

lunes, 23 de marzo de 2009

inakadate


Los dibujos de Nazca, los círculos en los cultivos de Inglaterra, la cara de Obama en Barcelona, las alfombras de flores de Sitges... Parece que algunos quieren que sus campos y calles salgan guapos hasta en las fotos hechas por satélite, y de rebote, en el Google Earth. Pero en Inakadate se llevan la palma.

No se trata de una costumbre antigua, algunos datan su inicio en 1993, pero gracias a que en Japón se cultivan muchas variedades distintas de arroz (el kodaimai, de hoja amarilla, el tsugaru, de hoja verde y aún otra variedad de hoja negra) los cultivadores pueden vacilar y hacer dibujitos con ellas. La mayoría han tomado como tema las pinturas del período Edo, aunque también hay una gioconda. Es bonito de ver, y cuando uno se zampa un arroz tres delicias, siempre puede hacerse la ilusión de que se está comiendo la cresta de espuma de la ola gigante de Hokusai.

viernes, 20 de marzo de 2009

alan


Alan Eugene Magee se alistó en el ejército del aire justo tras el ataque de Pearl Harbour. Artillero de torreta, en su séptima misión fue derribado mientras sobrevolaba Saint-Nazaire en un bombardero B-17. Su avión inició una caida en tirabuzón. Cogió su paracaídas, pero estaba roto... así que saltó sin desde una altura de 6.700 metros. Incluso tuvo tiempo durante la larga caída de perder el conocimiento y volver a recuperarlo. Murió, sí, pero no en 1943 sino en el año 2003, a los 84 años de edad. A eso se le llama caer bien.

jueves, 19 de marzo de 2009

vendrán lluvias suaves


Las nueve y cinco. Una voz habló desde el techo de la biblioteca.
- Señora McClellan, ¿qué poema le gustaría escuchar esta noche?
La casa estaba en silencio.
-Ya que no indica lo que prefiere -dijo la voz al fin-, elegiré un poema cualquiera.
Una suave música se alzó como fondo de la voz.
- Sara Teasdale. Su autor favorito, me parece...

Vendrán lluvias suaves y olores de la tierra,
y golondrinas que girarán con brillante sonido;
y ranas que cantarán de noche en los estanques
y ciruelos de tembloroso blanco,
y petirrojos que vestirán plumas de fuego
y silbarán en los alambres de las cercas;
y nadie sabrá nada de la guerra,
a nadie le interesará que haya terminado.
A nadie le importará, ni a los pájaros ni a los árboles,
si la humanidad se destruye totalmente;
y la misma primavera, al despertarse al alba

miércoles, 18 de marzo de 2009

humor griego


El humor, como el DNI, es personal e intransferible. Para demostrarlo, vean qué chistes hacían partir de risa a los antiguos griegos.

Un sabio griego fue a visitar a un amigo que se encontraba gravemente enfermo. Al llegar a su casa, la esposa del enfermo le comunicó que él “había emprendido el largo viaje”, a lo que el sabio respondió: “Cuando vuelva, ¿serás tan amable de decirle que he pasado a visitarle?”

Al volver de un viaje, un viajero preguntó al vecino al que había pedido cuidar de su familia si ésta estuvo bien durante su ausencia. “Todos bien”, le dijo, “especialmente tu padre”. “Pero si mi padre murió hace diez años”, replicó el viajero. “Ya, sí, es que me refiero a tu auténtico padre”.

Un sabio dejó embarazada a su esclava preferida. Después del nacimiento, el padre del sabio le recomendó que asesinara al niño, a lo que el sabio le replicó: “Empieza asesinando tú a los tuyos, y yo después ya veré qué hago”.

Un astrónomo confeccionó el horóscopo a uno de sus clientes y le dijo que nunca podría tener hijos. Dijo el cliente: “Pero si tengo ya siete”. Respondió el astrónomo: “Pues cuídalos bien, que nunca se sabe”.

¿Le han hecho gracia? ¿No? Pues será que no es usted ni griego ni antiguo. En fin, siempre nos quedará el chiste más gracioso del mundo de Monty Python...


lunes, 16 de marzo de 2009

billy


¿Pero dónde se habrá metido Billy? Salió esta mañana de casa en bici y aún no ha vuelto. Le dije que si no regresaba antes del anochecer estaría castigado durante todo el fin de semana. Y ya es medianoche pasada. Dejé una tarta de arándanos en el alféizar para que estuviera fría cuando volviera, pero tuve que entrarla cuando los pájaros empezaron a picotearla. ¿Dónde se ha metido este chico? Cuando vuelva le abrazaré y lloraré, y después le propinaré el bofetón de su vida. Oigo pasos en el porche... ¡Billy! Billy, ¿eres tú? ¿Billy?

viernes, 13 de marzo de 2009

the challenge

Nintendo acaba de sacar el nuevo juego "Hitler's Revenge", que es tan injusto, tan imposible de superar, que sus programadores ni siquiera se han molestado en crear un segundo nivel. Se rumorea que uno de sus probadores se volvió completamente loco… Dan reta a Steve, que presume de ser un excelente jugador de videojuegos, a superarlo. Poco a poco se irá consumiendo en el intento. El Reto acabará costándole su trabajo, su cordura, y finalmente, su vida.

Este es el guión de una película de Steve Perrucci and friends jamás filmada. Steve encargó a su hermano Mike la creación de un juego para Nintendo exclusivamente para su película, y aunque la película no salió adelante, Mike hizo el juego igualmente. Ha creado las mil y una pixeladas maneras de morir. ¿Cuál podría ser la peor? Voto por el ataque del fantasma de Kurt Russell.

miércoles, 11 de marzo de 2009

la señora del domingo imposible

Una señora ha entrado en el vestíbulo del restaurante y ha mirado la carta. Ha hecho un movimiento de cabeza, como una señal de aprobación, y ha empujado suavemente la puerta. Un camarero la ha saludado, y ella le ha preguntado: "¿Me podrían reservar una mesa para el domingo?" El camarero le ha dicho: "Lo siento mucho, pero los domingos cerramos". La señora ha hecho un pequeño gesto de contrariedad, y ha añadido: "Que lástima. Habríamos venido un pequeño grupo de buenos gurmets...". El camarero ha hecho un gesto de desolación. "Lo siento, realmente, pero... Si pudiera ser otro día...". La señora ha puesto cara de circunstancias, como si dijera "qué le vamos a hacer".

Al cabo de unos días la misma señora ha comparecido en la puerta del restaurante, ha mirado la carta, ha empujado la puerta y ha preguntado al camarero: "¿Me podría reservar una mesa para el domingo?". El camarero ha sonreído y le ha contestado: "Lo siento mucho, señora, pero los domingos cerramos". La señora lo ha lamentado: "Que lástima". Desde hace tiempo, la escena se repite de vez en cuando. "Desearía reservar..." "Lo siento, los domingos cerramos". Es una señora de aire distinguido, amable, que acompaña las palabras con una discreta sonrisa. El camarero no sabe quién es.

La historia esconde un misterio que me parecería poco respetuoso interpretar. Porque detrás del hecho de que se repita puede haber muchas historias. Es mejor no estropear una situación que, repitiéndose tan delicadamente, tiene una pequeña dimensión mágica. Al fondo creo oír la respiración cálida de un violoncelo.

Esta es una de esas cosas que me habría gustado escribir a mí,
pero el mérito es de Josep Maria Espinàs

martes, 10 de marzo de 2009

horologium florae


Le gustaba pasear por el campo. Se acercaba a las flores para observarlas de cerca, pero no como hacen los poetas. Donde ellos ven colores delicados y perciben delicados aromas, él veía estructuras vegetales y percibía el olor de sustancias alquímicas aún sin nombre. Pero... ¿quién era él para poner nombre a las criaturas del Señor? Si Dios hubiera deseado que el hombre conociera los secretos de la creación, ¿acaso no se los habría revelado Él mismo? Y sin embargo, la tarea de etiquetarlo todo le tentaba de tal forma que incluso en sueños veía desfilar letra tras letra, palabra tras palabra, esperando a que él las escogiera y las combinara correctamente. Pero sentía que algo se le escapaba. ¿Cuál podría ser el nombre científico del alma?

En sus paseos a veces se dejaba acompañar por un niño. Podría pensarse que disfrutaba ejerciendo de maestro, pero en realidad le necesitaba, necesitaba su limpia forma de ver las cosas, sin ideas preconcebidas, sin pretensiones científicas, solo por el placer de verlas. “Mirad, maese Linneo, esas flores... Esta mañana estaban abiertas de cara al sol, y ahora están durmiendo”.

Y así empezó a confeccionar su lista. Al amanecer, Catananche caerulea. A media mañana, Selenicereus grandiflorus. Al mediodía, Nyctanthus arbortristis... Si Dios tuviera un reloj, seguro que no necesitaría engranajes, ni palancas, ni contrapesos.

jueves, 5 de marzo de 2009

brfxxccxxmnpcccclllmmnprxvclmnckssqlbb11116


En 1991 nació un niño en Suecia. Vale, nacerían muchos, pero los padres de éste precisamente se hicieron los suecos y no quisieron registrar su nombre. Por eso les cayó cinco años después una multa de 5.000 coronas. Antes de pagar, intentaron registrarle con el nombre siguiente: Brfxxccxxmnpcccclllmmnprxvclmnckssqlbb11116, Albin para los amigos. Según declararon, el kilométrico nombre para ellos representaba “un desarrollo expresionista que visionaron como una creación artística”. La explicación no convenció a los del Registro, razón por la cual lo intentaron con un segundo nombre, A, que también fue rechazado porque la ley sueca impide registrar nombres de una sola letra.

Entre una cosa y otra, el nombre que se hizo constar en el primer pasaporte del pobre crío fue “Icke namngivet gossebarn”, que significa “niño pequeño sin nombre”. Lo que no tiene nombre es que te toquen unos padres así. Corre el rumor de que trabajan en el departamento de diseño de Ikea con la función de Nombradores de Modelos de Muebles...

martes, 3 de marzo de 2009

nadya


...Maravillosas criaturas de largos cabellos ondulados como las olas, de cara de luna y de senos admirables y redondos y duros cual guijarros marinos; pero desde el ombligo carecían de las suntuosidades carnales que generalmente son patrimonio de las hijas de los hombres, y las sustituían con un cuerpo de pez que se movía a derecha y a izquierda.
Las Mil y Una Noches

Nadya era una niña australiana que nació con las piernas débiles y soñaba con sirenas. De pequeña tuvieron que amputarle una pierna, y a los 16 decidió que prefería que le amputaran la segunda a pasarse el resto de su vida de operación en operación y llevando calzado ortopédico. Donde más libre se sentía era en la cama, soñando, y en el agua, nadando.

Un día se decidió a proponer su mayor ilusión a unos amigos de Peter Jackson, de la empresa de efectos cinematográficos Weta Workshop. Quería una cola de sirena hecha a medida que le sirviera para nadar, pero también para sentirse bella. Para su sorpresa, los creadores de Weta se tomaron el reto como algo personal y a cambio le pidieron únicamente el importe del material empleado, que Nadya consiguió gracias a un crédito.

Ahora Nadya tiene lo mejor de ambos mundos, y verla nadar es mágico.