miércoles, 14 de julio de 2010

mooning amtrak


En 1979, en el bar The Mugs Away (las jarras fuera) de Laguna Niguel, California, un beodo K.T. Smith tuvo la feliz idea de invitar a una ronda a todo aquél que se atreviera a ir hasta las vías del tren a enseñarle el culo a los viajeros. La broma le salió algo cara porque todos se apuntaron, pero así empezó una tradición anal, uy perdón, anual, que atrae a más de 10.000 desvergonzados mooners al año.

Al Mooning Amtrak de este año ya llega tarde, pero apúnteselo para el segundo sábado de julio del próximo. Puede tatuarse, maquillarse y decorarse los glúteos si lo desea, y si en el último momento se arrepiente, nadie le obligará a bajarse los pantalones. Puede consultar los horarios de trenes aquí.

5 comentarios:

miguelgato dijo...

A California llegamos tarde pero podríamos hacerlo en Gallur (un pueblo con tren aquí al lado), no hay mas que fijar fecha.

Helter dijo...

Ah, pues me parece perfecto, que lo de California está ya muy masificado, y por otro lado en una vía del ave no tendría tanta gracia porque va demasiado deprisa.

Harry Sonfór dijo...

Ah, pues si es en Gallur se puede hacer, sí. Todo es ponerse e inventar una nueva tradición. Mire la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar, que es de 1958 y parece que lleva toda la vida, desde los romanos lo menos. Miguelgato, que si es usted pilarista y lo he molestado con la comparación de la ofrenda de flores y un desfile de calvos me perdone, que no quería ofender.

miguelgato dijo...

No solo no me ofende sino que se me ocurre que podíamos ir a Gallur con una mezcla de las dos tradiciones, llevando una flor agarrada con el culo al estilo Sin Chan.

Helter dijo...

La lástima es que, si los pasajeros del tren nos aplauden, el puto efecto Doppler convertirá el aplauso en un rumor distorsionado irreconocible. Al menos nos quedará la satisfacción personal de alegrar unos segundos del trayecto a unos desconocidos.