- ¿Me estás diciendo que a partir de lo que una persona compra en el súper se puede saber qué clase de vida lleva?
- Naturalmente. Fíjate: esos adolescentes han comprado tres bolsas gigantes de patatas fritas, tres packs de latas de cerveza, dos cocacolas de 2 litros, una botella de ginebra y otra de whisky. Van a montar un fiestorro del copón.
- ¿Y esa?
- A ver... Un paquete de pasta, espinacas, queso fresco sin sal y un pack de yogures light. Operación bikini barata.
- Vale, Sherlock, ¿y esa otra?
- Veamos... Una botella de whisky, una barra de pan, un brick de leche y una lata de comida para gatos... Está clarísimo: vive sola, es alcohólica y tiene un gato.
Al llegar a casa el gato ya me estaba esperando detrás de la puerta. Solo la costumbre me impidió tropezar con él mientras se frotaba contra mis piernas al caminar. Dejé la bolsa en la cocina, cogí una taza y la llené de leche hasta la mitad. Acabé de llenarla con whisky y la puse en el suelo.
- Buen chico, buen chico, mamá sabe lo que te gusta.
Mientras el gato lamía y ronroneaba feliz, corté unas rebanadas finas de pan y cogí la lata.
- Mmmm... Atún y salmón.
- Naturalmente. Fíjate: esos adolescentes han comprado tres bolsas gigantes de patatas fritas, tres packs de latas de cerveza, dos cocacolas de 2 litros, una botella de ginebra y otra de whisky. Van a montar un fiestorro del copón.
- ¿Y esa?
- A ver... Un paquete de pasta, espinacas, queso fresco sin sal y un pack de yogures light. Operación bikini barata.
- Vale, Sherlock, ¿y esa otra?
- Veamos... Una botella de whisky, una barra de pan, un brick de leche y una lata de comida para gatos... Está clarísimo: vive sola, es alcohólica y tiene un gato.
Al llegar a casa el gato ya me estaba esperando detrás de la puerta. Solo la costumbre me impidió tropezar con él mientras se frotaba contra mis piernas al caminar. Dejé la bolsa en la cocina, cogí una taza y la llené de leche hasta la mitad. Acabé de llenarla con whisky y la puse en el suelo.
- Buen chico, buen chico, mamá sabe lo que te gusta.
Mientras el gato lamía y ronroneaba feliz, corté unas rebanadas finas de pan y cogí la lata.
- Mmmm... Atún y salmón.
Abrí la lata y con un cuchillo unté cuidadosamente el pan. Estaba realmente delicioso.
11 comentarios:
Constatación evidente y paradójica de que este tipo de análisis suelen llevar a la confusión más confusa...
Una excelente demostración, si.
Saludos.
Bueno, a todos nos gusta jugar a ser detectives de vez en cuando. Pero aunque los de las novelas y las pelis raramente se equivocan, la vida real es mucho más compleja.
No, la mayoría de las veces desgraciadamente es muyyyy previsible. No quita que me ha gustado mucho su relato
La única fuga de su relato es lo caro de mantener que sería el gato.
Ah, pues a mí no me parece tan previsible, Spanique. Lo que sí me parece previsible son las novelas de la Gata Christie y la última canción de Bisbal.
Claro que es caro de mantener el gato, miguelídem, por eso se me alimenta la mujé de comida para gatos.
Ah, y por si alguien se lo pregunta, aunque tengo gato no es autobiográfica la historia. Que a mi minino no le gusta la leche.
No, Helter, el relato no me parece previsible, ya le digo que me gusta mucho ; la VIDA, me parece previsible... ;-)))Si es que a veces uno llleva su idea y se entiende solo, pero lo tienen que entender los demás
Me ha salido el comentario tartamudo
Inciso 2, la vida no, la GENTE
No, ya, si así lo había entendido. Lo que yo quería decir es aquello tan sobado de que casi siempre la realidad supera a la fricción. Incluso a la ciencia-fricción.
Eso es cierto pero es un caso, la anécdota, la excepción y claro, si que te sorprende, pero la realidad de todos los días esa es previsible.
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