¿Recuerdan esta escena? Seguro que sí. Bueno, pues ya no es necesario que se manchen las manos para pegarle un buen susto a su peor enemigo. Solo tienen que rascarse el bolsillo y regalarle este bonito peluche.
viernes, 26 de febrero de 2010
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3 comentarios:
También lo quiero.
Es que usted, cabeza-de-caballo-cortada-de-peluche veo, cabeza-de-caballo-cortada-de-peluche quiero.
No está mal, pero no hay como el original para asustar, oiga! No hay color...
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