¿Quién no se ha dejado llevar alguna vez por la escritura automática? Emborronando papeles con sinsentidos, poseído por algún fantasma que ignora la ortografía, sacando a la luz recuerdos enterrados o sueños olvidados. ¿Y quién no se ha dejado llevar alguna vez por juegos de letras como los cubos de colores de los niños o el Scrabble? Si a “podio” se le quita una letra, se convierte en “odio”, al que si se le añade otra letra se convierte en “sodio”. Hay una página web donde se puede jugar a eso, una sopa de letras anárquica con la particularidad de que se comparte juego con otras personas a quien ni se conoce, ni se ve. "Cariño, esta tarde a las 17.00 h en punto escribiré 'te quiero' en la pizarra". Pero que no le roben las letras de su nombre, que dicen que cuando uno se queda sin nombre pierde su alma.
miércoles, 14 de octubre de 2009
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